Desde que se dio el pistoletazo de salida al autoconsumo en España, allá por 2011, éste ha pasado por diferentes momentos, impulsos y estados de ánimos.

En este artículo quiero repasarlos y me atreveré a pronosticar el futuro a corto y medio plazo a esta figura de generación eléctrica y ahorro energética tan crucial para el país y el mundo donde vivimos.

Para empezar este artículo de historia y ficción, quiero insistir en una realidad y es la definición de autoconsumo, porque los profesionales y las autoridades no llamamos así a cualquier instalación de generación de electricidad para uso propio, llamamos Autoconsumo a la que se realiza en paralelo con la red eléctrica existente y convencional, sin desconectarse de ella y que puede verter el excedente a la misma.

En otros países, como Alemania, Portugal o California, esta forma de generación de electricidad está muy impulsada por el gobierno. Pero aquí, como muchos de vosotros sabéis, todo ha ido, y va, más despacito y comenzó a regularse en 2011 con el RD1699/2011.

Este RD 1699/2011 de 18 de noviembre, por el que se regula la conexión a red de instalaciones de producción de energía eléctrica de pequeña potencia, como digo, es el punto de partida a que puedas hacer una instalación en paralelo con la red y autoconsumir tu propia electricidad, permitió que, por ejemplo, pudieras hacer una instalación de energía solar fotovoltaica en tu casa y la conectaras en el interior de tu instalación eléctrica.

En la disposición adicional segunda de este Real Decreto se indicaba que el plazo de 4 meses desde su publicación habría una regulación específica para este tipo de instalaciones, es decir, que la esperábamos para abril de 2012 y en los siguientes párrafos veremos cuando llegó.

Era una época donde aún se primaba la producción con energías renovables con un sistema de cupos y precios descendentes muy acertado, y pronto llegaría a la paridad entre lo que se pagaba y lo que te primaban, por lo que regular el autoconsumo era una necesidad.

 

Entonces hubo unas elecciones y un cambio de gobierno, y nada más llegar al poder, los nuevos inquilinos de la Moncloa dieron un paso decisivo en el fomento (¿o fue todo lo contrario? de las renovables, el Real Decreto Ley 1/2012, de 27 de enero por el que se procede a la suspensión de los procedimientos de preasignación de retribución y a la supresión de los incentivos económicos para nuevas instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de cogeneración, fuentes de energía renovables y residuos.

En plena crisis, un sector que mantenía cierta actividad y puestos de trabajos, se vio frenado en seco y sin fecha de vuelta, lo que dejó solo dos ventanas para las empresas y profesionales, las ventanas abiertas en Francia, Reino Unido o Latino América, o la posibilidad que el RD 1699/2011 había abierto al autoconsumo

Las instalaciones, aunque ya eran rentables, no lo eran tanto como las de venta a red recientemente terminadas, pero había posibilidades, y se empezaron a hacer algunas de ellas, con buena fe y consultas con las direcciones de Industria y las compañías distribuidoras, pues el reglamento prometido no llegaba. Pero llegaban borradores nocivos, como éste de 2013 donde nos vino a visitar por primera vez un posible impuesto al sol.

 

Pese a ello, la gente seguía haciendo algunas, no muchas, instalaciones y…. aparecieron los dispositivos de no vertido a red para poder legalizar las instalaciones, aún en cierto limbo legal y este gobierno que comenzó a trabajar en el fomento de las renovables en diciembre de 2011, dio otro pasito, con la Ley 24/2013, de 26 de diciembre, del Sector Eléctrico.

En ella se cambiaba la estructura de los peajes, pasando más a la parte fija de la factura y haciendo más bajo el término variable, lo cual penaliza las medidas de ahorro, como lo es el autoconsumo, pese a que puede tener sentido que los costes fijos del sistema vayan a la parte fija de la factura.

Entonces ya habían pasado dos años desde que el autoconsumo era legal y el reglamento que iba a publicarse en cuatro meses seguía en modo borrador, y la gente dejó el miedo al impuesto al sol y comenzó a trabajar, algunas autonomías decidieron dar pasos adelante como Madrid, Murcia, Cataluña. Facilitando la legalización y tramitación de instalaciones y el mercado crecía, los precios bajaban y la rentabilidad aumentaba.

Ya, casi en el verano de 2015, nos lanzaron un nuevo borrador, donde seguía el peaje al sol y en octubre de ese año, por fín, tuvimos regulación, el famoso RD 900/2015, de 9 de octubre, por el que se regulan las condiciones administrativas, técnicas y económicas de las modalidades de suministro de energía eléctrica con autoconsumo y de producción con autoconsumo.

 

Inversores Fronius

 

Ya tenemos regulación, tenemos peajes en casi todas las instalaciones, salvo algunas para instalaciones donde se consuma menos de 10 kW o en las islas, tenemos posibilidad de vender el sobrante en ciertas instalaciones, tenemos posibilidad de usar baterías y no necesidad de dispositivos de vertido.

Con esta normativa, aunque es mala, rematadamente mala, las instalaciones son rentables y accesibles, financiables y convenientes tanto a quien las instala como todos nosotros.

Hoy esta normaitva ya se ha modificado, a pesar del gobierno, permitiendo el uso compartido de la energía, la evolución está ahí y las grandes empresas, pero también particulares y pymes, están empezando a entender que deben producir su propia electricidad.

Y ahora llega el futuro, y mis previsiones para el mismo, sin tener poderes mágicos, pero siguiendo la estela de lo que va pasando por este mundo.

 

Diciembre de 2017, la orden de peajes eléctricos que cada año saca el ministerio de industria seguirá manteniendo ciertos peajes, pero bajará la cuantía de los mismo de manera significativa, los precios de los paneles siguen bajando y el número de potencia instalada en 2018 duplica a la instalada en 2017.

 

Diciembre de 2018, el gobierno, establece en cero euros los peajes al término variable de autoconsumo de la orden de peajes eléctricos como medida del pacto con Ciudadanos, año y medio antes de las elecciones, el impulso es enorme y hace que en el primer trimestre de 2019 se haya instalado tanta energía solar fotovoltaica como en todo 2018. Además el precio de las baterías de última generación  se ha reducido un 40% respecto a 2016 y existe un importante número de casas que se desconectan de la red cada mes.

 

Septiembre de 2019, finalmente, se llega a un acuerdo en el gobierno para una reforma del reglamento de autoconsumo, se elimina los peajes para la energía autoconsumida, tanto en el término de potencia como en el de energía, se elimina la obligatoriedad de contador de autoconsumo para instalaciones de menos de 3 kW, y la ubicación del mismo para instalaciones de más de esta potencia puede ser junto al inversor, en el interior de los edificios. Además, permite un balance neto para instalaciones tipo 1, de menos de 100 kW, que seguirán siendo autoconsumidores y no productores, recibiendo una compensación en su factura del 90% del precio de mercado de la energía sobrante vertida a la red. Establecen la potencia límite de la instalación a partir de la potencia nominal del inversor en lugar que por la potencia máxima de generación.

 

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Isaac Torregrosa. CEO de Quetzal ingenieria.