Una de las fuentes de energías renovables más interesantes, sobre todo en un entrono rural, es la biomasa. Te podrás preguntar ¿Qué es la biomasa? pues para empezar vamos a desmenuzar el nombre.
Biomasa viene de la unión del prefijo bio, que procede del griego y que significa vida, y de la palabra griega massa que significa materia. Es decir, que es algo así como material viva y que en resumen viene a especificar una materia orgánica que procede restos vegetales no fósiles.
Esta materia se puede utilizar como fuente de energía principalmente para generar calor, aunque también cualquier otro tipo de trabajo derivado de este calor. Podemos decir que la biomasa es el primer material combustible utilizado por el ser humano.
Tipos de biomasa para utilizar en tu casa
La biomasa procede de todo tipo de residuos vegetales o forestales que puedas quemar para generar calor, aquí te voy a resumir los más habituales que puedes utilizar en tu casa.
- Leña: Es el más usado todavía hoy. La leña se ha utilizado desde nuestra prehistoria para cocinar y calentarse, y sigue utilizándose (piensa en la paella de los domingos de miles de valencianos o de la chimenea en inverno en tu casa del pueblo).
- Pellets: Este material que suele presentarse en forma de briquetas, procede de la compactación de serrín y virutas de madera a los que se les aplica un proceso de secado para eliminar la humedad y así tener una mayor carga al fuego. Actualmente se está imponiendo como combustibles en calderas y estufas de biomasa.
- Huesos de aceituna: Es un residuo agrícola abundante en España por la gran producción de aceite que tenemos. Tiene el problema que necesita mucho espacio de almacenamiento.
- Cáscaras de frutos secos: Es parecido a los huesos de aceituna, las empresas de pelado y tratado de frutos secos tienen que deshacerse de sus residuos, las cásacara, y ¿Qué mejor que hacer combustible de ello? Pues eso, a quemarlos sea dicho.
Cómo usar la biomasa para calefacción
Para calentar el agua necesaria para tu calefacción usando como combustible la biomasa tienes dos opciones, usar calderas o estufas.
La diferencia entre una caldera y una estufa es que la caldera se utiliza para calentar agua que después la distribuirás en tu casa como quieras hacerlo, ya sea usando radiadores, suelo radiante o el sistema de calefacción que más te guste.
La estufa, en cambio, lo que hace es calentar el aire, el cual puede expulsarlo hasta tus habitaciones e, incluso, conducirlo, para distribuir ese calor lo más posible.
Puedes fácilmente usar una caldera de pellets para agua caliente y calefacción, eso sí deberás incorporar un depósito para almacenar el agua sanitaria, ero es un uso común. En cambio para producir agua caliente sanitaria con una estufa deberás adaptarle un sistema hidráulico y terminará haciendo más costosa la instalación. Ten en cuenta que las estufas se diseñan para ser vistas, por lo que la estética es mucho más importante que en las calderas, por eso, si se añade un grupo hidráulico puedes afear su aspecto y seguramente te interese más tener una caldera y otros emisores térmicos.
Qué combustible utilizo en mi calefacción con biomasa
Existen calderas y estufas que admiten solo un tipo de biomasa, ya sea pellets, leña o la que sea, pero si vives en un entorno rural en la que puedes disponer de diferentes tipos fácilmente y baratos es posible que tu caldera de biomasa sea multicombustible, es decir, que admita varios tipos de biomasa.
Si no tienes la posibilidad de tener leña gratis, lo más habitual, lo más cómodo y recomendable es usar equipos de pellets por su poder calorífico y su compacidad, es decir, que necesitas menos espacio para almacenarlos.
Eso sí, sea cual sea tu solución de biomasa estarás usando un material natural y gestionando residuos agrícolas o forestales para evitar contaminar más nuestro planeta, por lo que este tipo de calefacción siempre será una buena opción.