España es un país con déficit energético importante.
Cuando lean esto, mucha gente pensará en la electricidad y en el tópico de que compramos electricidad a Francia.
España tiene una interconexión con Francia, desde la que se trasvasa energía, que no solo proviene de Francia, también de otros países con los que está interconectado Francia, por la cual hay meses que se exporta más electricidad y otros en que se importa, siendo el resultado anual variable depende del año, habiendo exportado más electricidad en 2010 e importado más en 2011, como se puede ver en este informe de REE.
En el informe se puede observar como el intercambio comercial total de electricidad de España con el exterior es positivo, es decir, que generamos electricidad para consumir aquí y para vender al exterior.
Pero energía, evidentemente, no es solo electricidad, de hecho, viendo el último boletín mensual publicado por el IDAE tenemos el siguiente gráfico de consumo de energía final, es decir, la que llega al consumidor:
Lo que supone que la electricidad solo supone un 23,8 % del consumo de energía final y las renovables solo representa aún un 13,5 % del consumo de energía en este país.
España es un país sin gas natural, ni petróleo y a malas penas dispone de carbón, cada vez menos, por lo que también se puede concluir que más de un 80 % de la energía que consumimos la tenemos que exportar del exterior, lo que genera un déficit comercial en la balanza energética muy importante (35.407,6 Millones de € durante los primeros nueve meses del año).
Por esto, es fácil concluir que nuestro sistema es insostenible, económica y medioambientalmente en el presente y futuro, debiendo acometer reformas importantes, apoyando la eficiencia para la reducción del consumo, aprovechando las energías renovables para la generación de electricidad y para el transporte e investigando en un transporte más eficiente y en la generación de calor con energías renovables para que pueda aplicarse a la gran industria.