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El miedo al nuevo modelo energético

Estamos en momentos difíciles energéticamente hablando.
Por un lado, las tecnologías de ahorro energético y energías renovables está copando el mercado de productos asequibles y eficientes para conseguir una menor dependencia de los combustibles fósiles.
Por otro lado, las compañías eléctricas, y no únicamente las españolas, continúan con su visión de negocio del siglo XX, cando dominaban todo el mercado y decidían lo que se podía hacer o no, como demuestra el escrito mandado al parlamento europeo, recogido en esta noticia, donde se pude que se deje de subvencionar y financiar las energías renovables.
Los motivos los expone muy bien Antonio Barrero en energias-renovables.com, el conseguir rentabilizar las multimillonarias inversiones realizadas en sus centrales, depósitos y distribución del gas natural para la generación de electricidad, transporte y calefacción.
El gas es necesario, pero no puede impedir el desarrollo de unas tecnologías que nos harán más libres, al depender menos de los países árabes o asiáticos en el suministro energético, no hará más responsables, pues sabremos lo que cuesta de real el producir nuestra energía y hará una sociedad más segura energeticamente, no expuestas a amenazas de grandes compañías que solo buscan el beneficio económico de sus accionistas, véase este artículo.
O las compañías cambian por si sola, apostando por un nuevo modelo energético con los servicios energéticos y la generación distribuida como bandera como parece empezar a entender aguna compañía eléctrica clásica como Endesa, o les haremos cambiar entre todos.
Señores eurodiputados, al enemigo del bien común energético ni agua por favor.
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