Mucha gente me pregunta muchas cosas sobre energía solar, porque saben que me encanta, para poder usarlas en sus casas. ¿Es posible, legal, rentable? Claro que sí, y sobre todo ecológico y te da independencia. Os cuento un par de historias.
La primera historia es la más sencilla, la de una vivienda semiaislada, la de mis amigos Elo y Ricardo.
Hace un año Elo y Ricardo decidieron poner luz a su vivienda de fines de semanas. No es una vivienda aislada, pues está en una urbanización rural con todos los servicios, pero ellos son dos personas comprometidas con el medio ambiente y que prefieren no depender de nadie para abastecerse de energía.
Su casa se calienta con leña, que recogen del campo y compran cuando necesitan, por lo que el siguiente paso era darle luz con el bien tan preciado que tenemos en Alicante, el sol.
Como he comentado, Elo y Ricardo están concienciados con mantener nuestro planeta para sus hijos y nietos, por lo menos como nosotros nos lo hemos encontrado, por lo que cuando van a su casa de descanso controlan lo que consumen, evitando el derroche habitual de nuestras casas.
Ricardo y Elo, para conectarse a la red tenían que pagar las tasas de enganche más realizar una nueva instalación de enlace, ya que la antigua, dada de baja, era aérea y tenía la CGP en su propio tejado, por lo que les tocaría pagar por las obras y los trámites entre 1.500 y 2.000 €, por lo que aprovecharon para realizar su instalación de energía solar fotovoltaica aislada.
Con ella alimentan lo que necesitan, luces, nevera, ordenadores y una lavadora y se olvidan de pagar facturas todos los meses. Como el uso es de fin de semana la instalación ha sido pequeña y muy barata, no necesitaban muchos días de autonomía, han pagado por ella sobre 3.000 €, por lo que no se les ha disparado la instalación y son independientes de la red.
La segunda historia os la contaré en el próximo post.