En esta ocasión te vamos a hablar de una de las partes más desconocidas de una calefacción centralizada: el detentor del radiador. Conviene que conozcamos los diferentes elementos que componen una calefacción para que seamos conscientes del mantenimiento que necesitan, y para que entendamos lo que nos dicen los técnicos. Sin más, a continuación te explicamos qué es un detentor y cuáles son sus funciones. 

Qué es el detentor de un radiador

El detentor es una pequeña válvula que pasa desapercibida porque se encuentra situada en la parte inferior de los radiadores. Esta válvula tiene la función de regular la entrada y salida de agua en cada radiador individualizado. Es un mecanismo sencillo de apertura y cierre progresivo: puede estar completamente cerrado, completamente abierto y en posiciones intermedias, según convenga que pase más o menos agua o ninguna. 

Por qué instalar detentores en los radiadores

Antiguamente, las calefacciones centralizadas no tenían detentores. Solo tenían la llave de corte general. Si se producía una avería en una parte concreta de la instalación, normalmente había que proceder al vaciado de toda el agua contenida en el circuito. Esto suponía un derroche tremendo y un engorro para todo el edificio. Se dejaba sin calefacción todas las viviendas o habitaciones, y después había que proceder de nuevo al llenado de agua de la instalación, agua que teníamos que volver a calentar, con el consiguiente consumo energético. 

Así pues, el detentor tiene varias ventajas:

  • Facilita las tareas de mantenimiento: nos permite acotar el área de la reparación, sin afectar al resto de la instalación. Cortamos el agua en el radiador de la habitación donde esté la avería y no perjudicamos al resto del edificio. La reparación es más fácil y cómoda porque no dejamos sin calefacción otras zonas. 
  • Regulación individualizada de la temperatura: el detentor sirve para regular la temperatura, ya que permite más o menos entrada de agua caliente al radiador, lo que facilita que podamos alcanzar la temperatura de confort abriendo más o menos esta válvula. Si están más abiertos permiten que pase más agua caliente a otras habitaciones, lo que posibilita que todas alcancen una temperatura homogénea, aprovechando mejor el agua caliente que se encuentra en el circuito. 
  • Ahorro de agua y energía: si cerramos el detentor evitamos tener que vaciar todo el circuito en caso de avería, así no desperdiciamos tanta agua. Además, al regular la cantidad de agua que entra en ese radiador, conseguimos no tener que calentar más agua de la necesaria. Esto se traduce en un importante ahorro energético. 

Otros trucos para mejorar la eficiencia y vida útil de tus radiadores

Además de saber utilizar los detentores correctamente para tareas de mantenimiento y para regular el flujo de agua caliente, también tenemos que tener en cuenta otras pautas que nos servirán tanto para ahorrar energía como para alargar la vida útil de los radiadores. 

Purgado de radiadores: durante el periodo de verano, los radiadores están inactivos y tienden a acumular bolsas de aire. Pulgar es extraer este aire que dificulta que el agua se caliente correctamente y que puede provocar daños en la instalación, además de un mayor consumo energético. Por ello, es conveniente hacer esta sencilla tarea cuando llega el invierno. 

Uso correcto del termostato: colocar el termostato en 21 grados centígrados permitirá conseguir la temperatura óptima de confort que recomiendan expertos y autoridades. Estaremos forzando menos nuestra instalación y ahorrando energía. 

 

Conocer bien los elementos que tiene nuestra calefacción nos hace ser más proactivos en el mantenimiento y en el ahorro energético que podemos conseguir si usamos bien estos equipos. El detentor del radiador es un elemento desconocido pero fundamental en ese sentido.