Hoy voy a ponerme un poco reflexivo, y no hablaré solo de hechos que están pasando concretamente en ningún lugar.
Empezaremos con algo evidente, necesitamos consumir menos recursos naturales de nuestro planeta, para que puedan regenerarse adecuadamente y permanecer en el mundo durante muchas generaciones.
Para ello hay que reutilizar y también que consumir menos y no hablo solo de energía, también agua, envases, artículos con plásticos, metales, etc.
Es preciso un cambio de sistema de valores, empezando por occidente, pero extendiéndose por todos los lados, ya que los hemos conseguido contaminar a lo largo de los dos últimos siglos.
No es mejor el que más tiene, no vale más una persona que viva con su pareja en una casa de 200 m2 hipotecada, con una potente climatización todo el día encendida, que una familia de 5 personas, que viven en un piso de alquiler de 85 m2 y utiliza mantas y ventiladores.
No necesitamos muchas cosas que tenemos para ser felices, la vida nos lleva a tener un ritmo frenético, sin descanso, donde tenemos que hacer muchas cosas y no parar de ganar dinero para comprar cosas que no necesitamos, o peor, para pagar los prestamos  que pedimos para comprar esas cosas.
Se llega igual a los sitios en un coche de alta gama que consume más de 10 litros a los 100 km que en transporte público, que se compensa los 20 litros por 40 personas que lo utilizan.
Hago un llamamiento a la reflexión, a preguntarnos si de verdad queremos todo lo que quieren que queramos, o si preferimos valorar lo que realmente nos hace felices, si preferimos estar horas y horas solos envidando a la gente que sale por la televisión ostentando su dinero, o preferimos estar en compañía de personas riéndonos y compartiendo momentos.
Yo he elegido, y ahora lucho por ello.