La semana pasada me encontré con un cliente que tenía un problema en su instalación industrial, había mucha energía reactiva y no solamente pagaba de más en su factura de la luz sino que además eso provocaba que se le rompieran varios equipo a lo largo del año. La solución a sus sobrecostes y la rotura de sus equipos electrónicos ha sido la instalación de una batería de condensadores.
La energía reactiva es aquella que tu instalación está consumiendo pero, en lugar de provocar algún trabajo o luz, vuelve de nuevo a la red eléctrica distorsionando la forma de onda de la misma. Esta energía la provocan las inductancias propias de motores, luminarias y cualquier otro dispositivo eléctrico que lleve algún tipo de bobina. En ausencia de energía reactiva el factor de potencia es 1, reduciéndose con la presencia de la misma y penalizando en su factura cuando sea menor de 0,95.
Los condensadores son unos elemento electrónico capaz de almacenar la energía reactiva para que no pase a tu instalación y, sobre todo, no se vuelva a verter a la red eléctrica.
Una batería de condensadores es un sistema completo que dispone de varios condensadores en serie y paralelo y que consigue reducir la energía reactiva de tus instalaciones acercando el factor de potencia a 1 y consiguiendo así eliminar las penalizaciones así como protegiendo a nuestros dispositivos electrónicos de las interferencias provenientes de la red.
Por tanto, en cualquier empresa donde haya muchos motores y exista energía reactiva es una necesidad la instalación de estas baterías de condensadores, las cuales son directamente amortizadas en menos de un año y provocan., además, muchos beneficios de estabilidad en tu instalación interior.
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