¿Te imaginas conseguir que la energía eléctrica en su totalidad se produjera con fuentes renovables de energía? Eso se puede conseguir gracias a la acumulación de electricidad.
Paradoja, ¿cómo se almacena energía?
En realidad la energía eléctrica no es posible almacenarla. Primero es necesario transformarla en otras clases de energía, por ejemplo la energía mecánica o la química a través de las cuales se hace posible el almacenamiento como tal.
Vamos a nombrar distintos métodos de almacenamiento de energía que se dan durante la cadena de suministro:
- A gran escala (GW): hidroeléctrica reversible (bombeo), almacenamiento térmico.
- Almacenamiento en redes (MW): pilas y baterías; condensadores y superconductores.
- A nivel de usuario final (kW): baterías, superconductores, volantes de inercia.
Hasta hace escaso tiempo el desarrollo en soluciones de almacenamiento de energía era insuficiente y era complicado su aplicación a gran escala, esto significaba un factor negativo para las energías renovables.
Pero hoy en día esto tiene solución a la vista, lee lo que te vamos a contar, seguro que te interesa.
La empresa española fabricante de tecnología de energías renovables y líder en energía eólica marina Siemens Gamesa Renwable Energy ha puesto en funcionamiento recientemente un sistema de almacenamiento de energía termoeléctrica que es capaz de almacenar hasta 130 megavatios hora de electricidad.
Es un innovador sistema de almacenamiento y el primero del mundo de este tipo.
Este sistema de almacenamiento de energía termoeléctrica (ETES) es calificado por la entidad Siemens Gamesa como “La solución de energía del futuro”.
¿Cómo funciona? Roca volcánica para almacenar energía.
La instalación de almacenamiento se basa en unas 1.000 toneladas de roca volcánica que se utiliza como método de almacenamiento con muy buenos resultados.
El funcionamiento consiste básicamente en calentar la roca hasta los 700ºC mediante un calentador por resistencia y un insuflador de aire. Cuando se produce una demanda y se requiere la energía almacenada, ETES mediante una turbina de vapor realiza una re-electrificación de la energía y la transfiere a la red.
Este sistema de almacenamiento puede contener hasta 140 MWh de energía térmica durante una semana.
Factor clave en la transición energética
Con este innovador sistema se espera dar respuesta a uno de los principales problemas de la transición energética hacia las energías renovables: almacenar enormes cantidades de energía de manera eficiente.
El proyecto pretende mostrar cómo se integra este sistema en la red de manera regular y comprobar el almacenamiento térmico a gran escala. En un futuro cercano Siemens Gamesa se plantea utilizar esta tecnología de almacenamiento en proyectos comerciales y escalar la capacidad de almacenamiento y la potencia, para almacenar energía en el rango de gigavatios hora. Un solo gigavatio corresponde al consumo normal diario de hasta 55.000 hogares.
Dice Markus Tacke, CEO de Siemens Gamesa Renewable Energy: “Nuestra tecnología permite almacenar electricidad para miles de hogares a bajo coste. Por lo tanto, presentamos un elemento básico para la expansión de la energía renovable y el éxito de la transición energética.”
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¿Por qué almacenar la electricidad?
El almacenamiento energético principalmente tiene un objetivo, que no sea necesario generar electricidad en el mismo momento en que se produce una demanda. Es decir, poder recuperar esa energía producida y almacenarla para disponer de ella en el momento en que haya un pico de demanda.
Esto mismo se podría aplicar a gran y a menor escala, como podrían ser las placas solares domésticas de autoconsumo. Imagina que hace un día espléndido de verano y brilla el sol pero no estás en casa, ¿qué ocurre entonces con esa energía producida? Te preguntarás, tu energía puede ser almacenada con un dispositivo de acumulación de electricidad para que puedas disponer de ella cuando sea necesario.
El almacenamiento de energía como vemos contrarresta totalmente los argumentos típicos en contra de las energías renovables, por ejemplo, su falta de vinculación entre la producción de las energías y su demanda por parte del consumidor.
Por lo tanto, el objetivo final del almacenamiento de energía es maximizar la integración de las energías renovables y aportar mayor eficiencia al sistema eléctrico.
¿Entiendes ahora la importancia de almacenar electricidad tanto a gran escala como pequeña para impulsar el desarrollo de las energías renovables?
