El pasado martes se pudo leer en la edición dígital de Cincodias la noticia "Sebastían prevé aprobar la nueva regulación eólica en esta legislativa".
Básicamente viene a decir que el gobierno se ve en la obligación de implantar un nuevo marco legislativo por el cual se disminuya la tarifa que perciben las éolicas y se desarrolle un nuevo mapa eólico para abaratar el coste de la electricidad.
No es por criticar, pero la mayoría de empresas del sector y asociaciones están en contra del decreto (excepto Iberdrola) y convendría disponer de un plazo de negociación y búsqueda del consenso en la reforma tarifaría, ya que si los costes del sector bajan lo normal es que también bajen las tarifas que perciben.
El aún ministro dice que que "todos los gobiernos que han llegado han aceptado lo que han hecho los anteriores", y que ellos mismo lo hicieron en 2004 con una normativa que se había adoptado pocos días antes de las elecciones.
Efectivamente, ellos recibieron en herencia el Real Decreto 436/2004, de 12 de marzo, 2 días antes de las elecciones, en el que se regulaba los aspectos legales y económicos de las instalaciones de régimen especial y supuso el pistoletazo de salida, entre otras cosas, a las grandes instalaciones de energía solar fotovoltaica, y sentó las bases de futuras actuaciones erradicas del gobierno en materia energética. En 2007 modificaron mínimamente el decreto con el famoso Real Decreto 661/2007, de 25 de mayo, pero siguieron sin introducir elementos autorregulatorios de las tarifas, tales como la bajada de tarifas en cuanto se cumplan determinados cupos que dieran seguirdad jurídica al sector y afectó al recorte de tarifa de estas instalaciones durante este año y los 2 próximos.
En resumen, que deseo que no se precipiten y hagan legislaciones estables, que duren mucho tiempo, que den seguridad jurídica y apoyo al sector sin perjudicar a consumidores y al estado.