Uno de los cuellos de botella para ejecutar los proyectos energéticos es la financiación de los mismos.
Una empresa podría querer instalar una instalación de biomasa, energía solar térmica o energía solar fotovoltaica pero no tener recursos suficientes, acceso a financiación para el pago por anticipado o lugar para ubicar la instalación.
Una solución para esto son los contratos de venta de energía, PPA, los cuales son usados cada vez con más asiduidad en todo el mundo.
PPA viene de las siglas en inglés de Power Purchase Agreement (Acuerdo de compra de energía) y, como su nombre indica, establece un contrato privado por el cual un vendedor se compromete a vender energía a un comprador y éste a consumirla durante un periodo de tiempo determinado y al precio acordado al inicio del contrato.
Estos contratos suponen muchas ventajas tanto para el vendedor como para el comprador.
El primero obtiene una seguridad sobre el precio al que vender la energía, lo que le permitirá tener acceso al mercado financiero para poder ejecutar y mantener las instalaciones.
El segundo consigue una estabilidad y, seguramente, ahorro en sus precios energéticos futuros durante un periodo de tiempo considerable, lo que permite tener controlado sus gastos.
Se puede formalizar un PPA de manera directa cuando una empresa de servicios energéticos ejecuta el sistema directamente en las instalaciones del cliente cobrando
solamente por la energía que le vende. Estos sistemas son muy usados en instalaciones térmicas donde se substituye parcial o totalmente el combustible utilizado por energías renovables o gas natural.
Un PPA indirecto se suele formalizar en el sector eléctrico, cuando un promotor realiza una instalación de generación con energías renovables (solar, eólica, hidráulica, recuperación de residuos..) en el lugar más adecuado y vierte esa electricidad producida a la red eléctrica nacional. En este caso el vendedor y el comprador formalizan un contrato sobre los derechos de la electricidad generada, obteniendo el comprador un precio más económico que el del mercado habitual y el generador un precio estable de venta de electricidad que le da rentabilidad al proyecto.
Este sistema es muy habitual en los grandes parques solares que están instalándose en países de América del norte y del sur donde no hay tarifas de venta de energía mediante energías renovables o los saltos hidráulicos en países como Chile o Perú y pronto, espero, será habitual también en la Unión Europea, donde se pondrán en marcha un mercado eléctrico común.
Los gobiernos deben de facilitar la tarea para que estos contratos PPA puedan ser habituales porque sin ningún tipo de subvención generarían miles de puestos de trabajo y bajan los costes energéticos de las empresas.