¿Qué es la eficiencia energética?
Cuando cualquiera de nosotros pensamos en “eficiencia energética”, lo primero que te viene a la cabeza es una caldera relativamente nueva que apenas se oye, consume poco gas, gasoleo, pellets, etc. es decir, una calefacción inteligente, pero la eficiencia energética va mucho más allá. También son muy importantes las nuevas tecnologías, los sistemas con energías renovables (entre las que podemos nombrar la energía solar térmica, placas solares y sistemas fotovoltaicos, entre otros), los materiales constructivos de la vivienda, tanto en paredes como en ventanas y puertas, etc…
En términos más profesionales o técnicos, podemos decir que la eficiencia energética es la ciencia o técnica que estudia el consumo inteligente de energía, es decir, usar sólo lo que necesitas, ni más ni menos, y todos los mecanismos asociados que ayudan a conseguir una optimización. Una eficiencia energética y una calefacción o climatización inteligentes, que se traducen en un ahorro, sobre cualquier sistema o instalación que nos podamos encontrar.
¿Cómo hemos llegado a las normativas actuales de eficiencia energética?
En la actualidad, y después de algunas décadas en que se ha construido sin tener en cuenta el adecuado confort térmico de los habitantes y el ahorro energético, se ha evolucionado a intentar conseguir la máxima eficiencia energética, gracias a diversas directivas Europeas, que imponen unos requisitos mínimos que deben contemplar las nuevas construcciones, y que en España se traducen en normas como el Código Técnico de la Edificación aprobado en el Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo y modificado ya varias veces. Nuevas reglas, que ha llevado a repensar y promover otras normas que nos aseguren que cumplamos con una calificación adecuada para nuestra vivienda. Hablando en términos de eficiencia energética o de ahorro en la climatización. Por ejemplo, a la actualización del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), aprobado por el Real Decreto 1027/2007, modificado en 2013. Cuyas mayores exigencias en eficiencia energética que establece, se plasman en:
- Mayor Rendimiento Energético en los equipos de generación de calor y frío, así como los destinados al movimiento y transporte de fluidos.
- Mejor aislamiento en los equipos y conducciones de los fluidos térmicos.
- Mejor regulación y control para mantener las condiciones de diseño previstas en los locales climatizados.
- Utilización de energías renovables disponibles, en especial la energía solar y la biomasa.
- Incorporación de subsistemas de recuperación de energía y el aprovechamiento de energías residuales.
- Sistemas obligatorios de contabilización de consumos en el caso de instalaciones colectivas. Desaparición gradual de combustibles sólidos más contaminantes.
- Desaparición gradual de equipos generadores menos eficientes.
Y otras como el Real Decreto 235/2013 de 5 de abril, por el que se aprueba el Procedimiento básico para la certificación de eficiencia energética de edificios, tanto de nueva construcción, como existentes.
Objetivo de la eficiencia energética
El principal objetivo se basa en optimizar la energía que consumen los procesos productivos, mejorar los hábitos de consumo y el empleo de la energía, para producir más servicios y bienes con menos energía. Como ejemplos de eficiencia energética encontramos el ahorro de luz usando iluminación LED, optimización de la climatización con la llamada calefacción inteligente, e incluso la utilización adecuada de la energía procedente de fuentes renovables, por ejemplo con energía solar térmica, los calentadores solares, placas solares, utilización de biomasa (pellets) preferiblemente de las inmediaciones, y sistemas fotovoltaicos.
Pero también utilizando la hoy llamada arquitectura sostenible, es decir, aquella que busca materiales que sean muy buenos aislantes y resistentes, pero que para su producción, fabricación y transporte hasta la vivienda en construcción se necesite menos consumo energético, es decir, que su huella de carbono sea más pequeña que los “tradicionales” (ladrillo, hormigón, acero, etc.). En realidad se promueve una reducción de costes en el consumo de energía, que es lo mismo que el gasto energético, que a la vez, mejorará la sostenibilidad ambiental y económica desde la perspectiva de los usuarios, la industrias, los comercios, la arquitectura sostenible, etc.
El papel de la solar fotovoltaica en la eficiencia energética
Como ya te he comentado, la eficiencia energética se consigue por muchos caminos, y no debemos centrarnos solo en uno de ellos, es recomendable intentar trabajar en varios o en todos, si es posible. Pero hoy quiero hacer una especial mención a la aportación a la eficiencia energética que se puede conseguir con las instalaciones solares fotovoltaicas, y especialmente las pequeñas instalaciones que podemos poner en nuestras viviendas, ya sean casas unifamiliares, adosados o edificios (si disponemos de una terraza o el tejado está bien orientado (preferencia sur).
Estas pequeñas instalaciones pensadas para el autoconsumo, no se calculan para darte toda la electricidad que necesitas, sino para que cubran una parte importante, de forma que el coste de su instalación no sea muy elevado, y que el ahorro que se produce por pagar menos en nuestra factura mensual compense en un periodo de tiempo corto dicha “inversión”. A todo esto, puede que estés pensando “eso es muy caro, muchos problemas, ….. el impuesto al sol …”, y hasta hace muy poco te daríamos la razón. Y como muestra de ello el siguiente gráfico de la evolución de la energía fotovoltaica generada en España en los últimos años, en la que se observa un estancamiento a partir del año 2011.
Pero debes tener en cuenta, que desde el pasado 5 de octubre, día en que se publicó el Real Decreto-Ley 15/2018, de “medidas urgentes para la transición energética y la protección de los consumidores”, ya no existe el llamado “impuesto al sol”, y de esta forma se favorece la generación para el autoconsumo. Lo que va a permitir que la amortización de las instalaciones sea mucho mayor, es decir, que con el dinero que ahorrares en la factura de la luz, la instalación la pagarás en poco tiempo.
¿Qué puedes hacer en tu casa para conseguir mayor eficiencia energética?
Para poder maximizar la eficiencia de la energía solar es importante conocer los beneficios del sistema en sí. La mayoría de los paneles solares transforman entre el 15%-20% de la energía solar en electricidad. Tanto los paneles de concetración solar, como los fotovoltaicos experimentales, pueden convertir hasta un 40% de la energía solar en electricidad. Además, puedes medir la eficiencia de un panel solar midiendo la producción eléctrica de la placa dividiéndola por la superficie. Así que, cuanto más eficiente sea un panel solar, más vatios se producirá por metro cuadrado.
…y ¿qué otras medidas pueden mejorar también la eficiencia energética?
El uso de la energía solar sin contar con paneles también puede resultar eficiente. Es cierto que puede llegar a ser menos cuantificable, si utilizaramos sistemas de energía solar. Pero el uso de la energía térmica y lumínica proveniente del sol también puede representar en nuestros hogares un ahorro considerable tanto en el consumo de combustibles para calefacción y climatización, como si lo que buscamos es alcanzar bienestar térmico en casa. ¿Cómo consigues esto? Si tu casa cuenta con un buen aislamiento tanto de puertas, ventanas y muros te hará conservar el calor que genera la luz del sol sobre todo en los meses de invierno. Además, sin cuentas con una buena ventilación, te permitirá no perder luz del sol, y a la vez no acumular demasiado calor en los meses más cálidos. Otras cosas tan sencillas como, por ejemplo, desconectar del enchufe todos los equipos electrónicos del hogar cuando no los utilizamos, televisor, cargadores, etc., pueden ayudarnos a mejorar al eficiencia en casa. Otro acto cotidiano es ir reemplazando todas las bombillas, tubos halógenos, etc. que se vayan fundiendo, por bombillas LED, sin necesidad de cambiar las lámparas. Otro consejo personal que te damos, es que vuelvas a hacer más vida familiar, es decir, compartas ratos con toda tu familia en la misma habitación, con una sola televisión, etc. con ello encenderás menos aparatos, menos luces, menos calefacción o aire acondicionado, y al final ahorraremos en la factura energética.
Y cuando te decidas a implantar energía solar o nuevos equipos, acude a profesionales que te aconsejen la mejor opción, para reemplazar o instalar nuevos equipos que consuman menos, mejorar el aislamiento de nuestras casas, o que incluso nos generen energía gratuita, como pueden ser las instalaciones solares, tanto térmicas como fotovoltaicas.