La energía solar está transformando el mundo de la energía con su crecimiento. Desde el año 2002 se está viviendo a nivel mundial una cambio en el uso de las energías donde las energías renovables están ganando el pulso al petróleo y el carbón. Un cambio de rumbo que comenzó con el protocolo de Kyoto en 1997, en donde se llegó a un acuerdo internacional con el principal objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Y que continuó con el compromiso que alcanzó la unión Europea en 2011, en materia de cambio climático. En el que el se estableció como objetivo la reducción de las emisiones de CO2 entre un 80% y 95% entre 2050- 2100.
Un proceso de descarbonización que ha llevado a las energías renovables, como la energía solar, a ganar protagonismo en materia de creación de energía y de nuevos puestos de trabajo. En 2017 se superaron los 100 GW de plantas de generación eléctrica con energía solar fotovoltaica en todo el mundo, de acuerdo a las estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía. Los países que más fotovoltaica instalaron en 2017 fueron China (53,1 GW), Estados Unidos (10,6 GW), India (9,1 GW) y Japón (7 GW). Un escenario que no tiene previsto cambiar en los próximo años. En 2030 un 34% de la electricidad mundial será de origen eólico o solar y en 2040 se espera que la eólica y la solar representen el 50% de la capacidad de generación mundial.
Según el informe publicado por la ONU Medio Ambiente “Tendencias globales en la inversión ene energías renovables 2018”, la energía solar generó, a nivel mundial, más electricidad que las energías transformadas a través de combustibles fósiles (gas, gasoil). Añadiendo unos 98GW más que cualquier otra fuente de energía. El futuro está en las energías renovables, donde la solar tiene un papel protagonista.
Energía solar: funcionamiento y sistemas de energía
Para entender un poco mejor el poder de la energía solar como fuente de energía es necesario saber su funcionamiento y que tres tipos de tecnologías se utilizan para obtener el abastecimiento necesario en nuestros inmuebles. La energía solar, se beneficia de la radiación de calor proveniente del sol y la transforma en trabajo mecánico o en calor utilizable. En el caso de calor utilizable, podemos diferenciar 3 energías o sistemas diferentes: térmica y fotovoltaica y pasiva. Tres tipos de tecnologías que se pueden utilizar para abastecer de calefacción y agua caliente sanitaria a las viviendas, edificios o inmuebles en general.
Energía solar térmica, fotovoltaica y pasiva
En el caso de la energía solar térmica, su principio de funcionamiento sirve para abastecer a cualquier inmueble de agua caliente sanitaria. Por regla general para uso doméstico y/o de piscinas. Este tipo de sistema está compuesto por colectores oscuros orientados en dirección sur y su función principal es calentar el agua que está almacenada dentro de un acumulador. A este tipo de dispositivo se les suele denominar más comúnmente como termosifones.
Otro de los sistemas de la energía solar es la fotovoltaica, estos sistemas se componen de paneles solares que tienen como objetivo transformar la luz del sol en energía eléctrica. Este tipo de tecnología se puede instalar tanto en tejados o techos como en el suelo. Este sector tuvo una producción de 2.154 mill. € en 2016 y 2.154 mill. € en 2017. Esto supone una contribución directa del 0,19% al PIB español, que aumenta ligeramente al 0,20% en 2017.
En lo que respecta a la energía solar pasiva, se trata de un sistema que consiste en aprovechar la radiación solar sin la utilización de ningún tipo de dispositivo o aparato como intermediario. Se diferencia de la energía solar térmica y fotovoltaica en que si conseguimos una ubicación adecuada del inmueble, así una buena orientación, sin olvidar emplear correctos elementos arquitectónicos y materiales, conseguiremos obtener un inmueble con un consumo energético bajo, sostenible y eficiente. Una casa construida como inmueble pasivo o Passivhaus permite establecer ahorros energéticos de hasta el 70% de consumo en comparación con una construcción común.
¿Qué beneficios tiene la energía solar?
- Energía respetuosa con el medio ambiente: no se necesita ningún proceso de combustión. Por lo que no contamina y ayuda a proteger la capa de ozono, el efecto invernadero y evitar fenómenos producidos por la contaminación.
- Consumo responsable: permite controlar de manera responsable el consumo. Ya que nosotros decidimos cuanta energía queremos producir. Para ello es importante saber la cantidad de energía que gastamos en nuestro hogar mensualmente.
- Energía 100% renovable: al beneficiarse de la radiación solar siempre puede producir calor. Ahora sí, dependiendo de la época del año y el clima la producción de energía variará.
- Facilidad de desmontaje y reutilización de los paneles fotovoltaicos: hasta el 95% de un solo panel puede ser reciclado y, por lo tanto, tiene consecuencias muy bajas de impacto ambiental.
- Bajo coste: aunque supone un costo de inversión elevado en el momento de su instalación si lo comparamos con otros sistemas de calefacción, el tiempo de recuperación de la inversión inicial se amortiza entre 5 y 10 años.
Por lo que podemos apreciar la energía solar está ocupando un papel protagonista. Si lográramos producir más de ¼ de la electricidad de todo el mundo con este tipo de energía para el año 2050, evitaríamos que 6.000 mill. de toneladas de CO2 se liberasen cada año al medio ambiente. Datos que han sido aportados por la Agencia Internacional de Energía. Un cambio de rumbo que nos permitiría a detener de manera sustancial el actual cambio climático que estamos sufriendo.
Y ahora es tu turno, deja tus comentarios aquí debajo y debatamos sobre la energía solar.