¿Vale la pena una instalación de energía solar fotovoltaica para autoconsumo sin baterías en una vivienda?
La respuesta es: depende del uso que haya en la vivienda.
Una instalación fotovoltaica directa en una vivienda es una solución de ahorro energético que genera dicha ganancia durante las horas de sol, es decir, durante el día.
El consumo habitual de electricidad en una vivienda se produce en las primeras horas de la mañana y por las tarde y noche antes de dormir. En cambio, la mayor generación de energía con energía solar se produce en las horas centrales del día, cuando el consumo es bajo.
Por tanto, se podría concluir que, si no existe un sistema de regulación del balance neto apropiado, para que se compense la energía que se vierte a red durante las horas que no hay sol, la energía solar fotovoltaica podría no ser rentable económicamente.
Sin embargo, existen herramientas para poder cambiar esto, sin esperar al balance neto, que son los gestores de demanda energética.
Muchos fabricantes, tanto de sistemas de electrónica y protecciones como Circutor, ABB, Schneider, Siemens, … como fabricantes de inversores fotovoltaicos como SMA, Ingeteam, Fronius, Solarmax, etc. disponen de equipos destinados a la gestión de la demanda energética. Estos sistemas son dispositivos que controlan el consumo, programando, encendiendo o apagando equipos según nos convenga para nuestro consumo.
En resumen, son unos aparatos que pueden encender y apagar cuando haya sol y producción solar los equipos de calefacción, termos de agua caliente, lavadoras, secadoras, hornos, depuradoras de piscinas y cualquier dispositivo que consuma electricidad para evitar que éstos trabajen durante las horas de máxima demanda en las cuales no hay suficiente producción de energía solar.
Esta gestión, junto con sistemas de tarifa discriminada, que aún existe, puede producir un ahorro considerable en su factura eléctrica, lo cual provocará que la energía solar en viviendas pueda ser rentable.