Cada cierto tiempo escuchamos a algún sabio en la radio (periodistas de esos que saben de todo) o leemos un artículo, sobre la necesidad de la energía nuclear para el suministro de electricidad.
Nos dicen que es la fuente de energía más barata y limpia para la atmósfera (no tiene emisiones de CO2) y que nos evita depender del petróleo.
Como vienen repitiendo continuamente muchos artículos de diferente foros contrarios a esta opinión, normalmente se hacen estas aseveraciones sin tener en cuenta los costes externos, que son la gestión de los residuos, que tienen que tratarse de aquí a la eternidad.
Los grandes productores son Canadá, Australia, Kazajistán, Rusia, Níger, República Democrática del Congo, Namibia y Brasil y parece que se han descubierto yacimientos en Venezuela. Por lo que se pasa de depender de unos países que producen petróleo a otros que extraen Uranio, es decir, que la dependencia energética sigue ahí, por lo que ese factor no debe de utilizarse.
Los costes de construcción de una central nuclear, según la agencia Moody´s están entre 3.800 y 5.800 €/kW, y con los aumentos en medidas de seguridad tras los últimos desastres y los´datos de centrales constuidos no bajan de 4.500. Una central fotovoltaica en cubierta cuesta entre 2.000 y 2.800 €/kW, aunque bien es cierto que produce una quinta parte que la nuclear en la mitad sur de España, no tienes que añadir ya ni los gastos del combustible (el sol sigue siendo gratis), se necesita menos persona, no hay que gestionar residuos, la mayoría de materiales son reutilizables y/o reciclables una vez acabada su vida útil y no tiene gastos ni pérdidas en la red de transporte.
Ahora parafraseo los últimos dos párrafos el artículo La Ruina Nuclear que os recomiendo leer: 
Es una falacia afirmar, como se hace, sin tino, dato o argumento alguno, que la electricidad nuclear es más barata de producir que el resto y, por tanto, más económica para el consumidor final. Al evaluar los costes comparables, el Informe Lazard (2008) estimó –a partir de datos de la Comisión Europea– los costes de producción entre 5 y 9 céntimos de euro por kilovatio por hora (kWh) para la eólica y la biomasa; de 9 a 14, para la solar de concentración; de 7 a 10, para el gas; de 7 a 13, para el carbón; y de 10 a 12, para la nuclear, pese a que la mayoría de las centrales están amortizadas.
España es un país dependiente y vulnerable en casi toda la cadena de valor de la energía nuclear: tiene que importar el mineral, sus centrales funcionan con tecnologías foráneas y paga por la fabricación de concentrados, el enriquecimiento del uranio y el almacenaje de los residuos de alta radiactividad. El declive nuclear es imparable. Si es así, ¿por qué seguir discutiendo? La nuclear, además de peligrosa, es una ruina. Una ruina radiactiva.