El consumo de energía utilizada para calentar agua o producir vapor es un coste importante en muchas industrias, como, por ejemplo, lavanderías industriales, lavaderos, conserveras, mataderos de aves, …, siendo un factor determinante en la competitividad de la empresas y en sus márgenes de beneficios.

El agua utilizada se suele calentar con calderas de diferente combustible, por lo que conviene disponer del sistema más adecuado a cada situación.

caldera 2 Os presentamos opciones que se pueden plantear para el ahorro de energía y/o dinero en el calentamiento de agua en procesos industriales:

  1. Utilización de energía solar térmica para calentar o precalentar el agua necesaria. Principalmente indicado para procesos que utilicen agua nueva a temperatura de red en cada uso. Consiste en realizar una instalación solar térmica, con paneles convencionales si la temperatura de uso es menor de 100ºC o de alta temperatura si necesita producir calor, para calentar el agua caliente y evitar el uso de la caldera de combustible en un alto porcentaje. Es un sistema sencillo, fácilmente monitorizable, subvencionable y rentable económicamente si nos quedamos en producir entre el 30 y 50% de la producción necesaria según la ubicación, pero deber realizar por verdaderos profesionales que se encarguen también de su mantenimiento y puesta al día del sistema. No conviene su uso en procesos donde haya un circuito cerrado del uso del agua si su salto térmico es muy pequeño, ya que el rendimiento de los captadores solares baja en picado en ese caso.
  2. Recuperación de calor residual. Muchos sistemas, lavadoras, hornos, etc, pierden parte de la energía utilizada como agua caliente desechada o de los gases producidos, lo cual genera un sobrecoste innecesario. Existen sistemas de recuperación de ese calor, bien como forma de precalentar el agua del proceso, o para producir aire climatizado, incluso podría usarse en sistemas de micro-cogeneración para generar electricidad.
  3. Cambio de calderas a otras más eficientes. Es posible que las calderas que utilice en su industria hayan perdido parte del rendimiento inicial, lo cual provoca que necesita más combustible para producir el calor necesario. Una substitución por equipos nuevos eficientes puede estar amortizado en muy poco tiempo y ofrecerle una mejora de calidad en su proceso. Hoy en día hay calderas muy eficientes, que consiguen rendimientos mayores del 100% al recuperar parte de los gases generados en el proceso, y cada día van mejorando y obteniéndose mejores tecnologías de calentamiento de agua.
  4. Cambio de combustible. La diferencia de usar como combustible gasoil, gas propano, fuel, o gas natural influye de manera determinante tanto en el rendimiento de la instalación como en el coste de la energía necesaria. A día de hoy, el gas natural es la fuente más competitiva tanto en costes como en rendimientos. Para substituir el combustible a veces hay que cambiar la caldera completa, pero en ciertas ocasiones es suficiente con cambiar ciertos componentes de la misma como el quemador o los inyectores.
  5. Mantenimiento preventivo. Si realizamos una instalación, la dejamos puesta en marcha y nos olvidamos de ella, llegará un momento en que, primero bajará su rendimiento y, después, empezará a romperse por partes, y posiblemente en su total, reduciendo su vida útil y provocando pérdidas en la inversión realizada y, posiblemente, en la actividad principal de la industria a la que sirve. Es fundamental en las instalaciones térmicas realizar un riguroso, constante y programado mantenimiento preventivo de las mismas. Los sistemas mecánicos que soportan altas temperaturas y paso de fluidos por ellos sufre un desgaste constante, siendo necesario, de vez en cuando, su re-ajuste o la substitución de ciertas partes del mismo. calderas
  6. Empresas de Servicios Energéticos (ESE). Estas cinco opciones previas las puede hacer directamente la empresa que lo necesite, abriendo un proceso de contratación de los profesionales oportunos, o podría hacerlo mediante una ESE. Estas empresas analizarán las posibilidades de ahorro de su industria y estudiará de manera conjunta los 5 puntos anteriores para ofrecerle la solución adecuada para conseguir el consumo óptimo en su empresa. Llevará a cabo su instalación, se encargará del mantenimiento de la misma, de su legalización y de su financiación. Su empresa pagará a la ESE según el ahorro generado y el modelo de contrato firmado, siendo una fórmula en que todos ganan.