España necesita una reforma eléctrica integral, porque su sistema actual es una fuente de continuos dolores de cabeza para los gobiernos y para los consumidores.
Para el gobierno porque supone la queja constante de todas las partes intervinientes en el mismo, empresas distribuidoras, consumidores, autoproductores…
Para los ciudadanos porque lo único que ven es que la energía eléctrica no para de subir su precio y de oír que existe un déficit de tarifa que hace que aún lee debamos dinero a ciertas empresas que tienen beneficios milmillonarios.
Pero hay que ver 7 diferentes motivos por lo que se necesita, no una reforma, sino un nuevo sistema de regulación del mercado eléctrico:
- El déficit de tarifa. El principal motivo, ese déficit creado por el gobierno que privatizó las empresas distribuidoras de electricidad por la cual, para mantener un precio bajo de la energía de los consumidores, asumimos vía impuestos, es decir, que el impuesto paga, una parte de los costes reconocidos del sistema. Pero estos costes reconocidos, ¿quién los determina?¿cómo lo determinan?¿cómo cambian dependiendo del consumo que haya? Os recomiendo leer este artículo y éste otro para entender un poco más el problema
- Las subastas de electricidad. El mecanismo de subasta eléctrica determina que se paga cada hora por la tecnología más cara que entra a ofrecer energía, generando unos beneficios caídos del cielo para algunas tecnologías como la nuclear y la hidráulica, pues cobran por la electricidad generada mucho más de lo que cuesta su producción más los adecuados márgenes de beneficio. Os recomiendo este artículo del blog de Antonio Narejos de hace un par de años. Otra cosa curiosa es que la mayor parte de los que venden la electricidad y de los que la compran son las mismas empresas pero con distinto CIF (generadora y comercializadora), lo cual puede provocar manipulaciones del mercado en pos de sus intereses de grupo.
- Distribución y transporte. Este es un polémico punto, pero si esta parte del sistema eléctrico es un monopolio natural, no hay mercado libre, ¿por qué lo gestionan empresas privadas que buscan únicamente un beneficio y no el bienestar de todos? Si estas dos patas intermedias del mercado eléctrico fueran públicas se podría reducir sus costes, determinar de manera más transparente sus “costes reconocidos” y asegurar que la electricidad, como bien básico, llegue allí donde se necesite.
- Integración de energías renovables. El sistema de remuneración en régimen especial ha resultado ser un fracaso, bien sea por estar integrado dentro de los peajes de consumo y depender del consumo total, bien por una mala regulación de inicio. Se podría cambiar las primas actuales buscando un encaje fiable, o entrando en las subastas con los costes reales de cada tecnología por ejemplo.
- El impuesto eléctrico. Existe un impuesto especial a la electricidad que sirve para pagar el carbón nacional y su reindustrialización. Ya va siendo hora de acabar con este coste adicional.
- Los Pagos por Capacidad. Son unas primas, como las de las renovables, pero destinadas a centrales grandes de energía fósil, principalmente ciclos combinados de gas. Se incluyen dentro de la parte variable de la energía y su fundamente es asegurar que la demanda siempre estará cubierta aunque no se use su energía. Podéis saber un poco más sobre este tema en este enlace.
- Actualmente el hecho de producir tu propia energía en paralelo a la red sin desconectarte de ella, vertiendo el sobrante está falto de regular. Además del ahorro que genera a quien lo instala, produce una mejora de la fiabilidad de las redes y que la generación cambia muchos más actores.
Seguramente haya algún motivo más que se me escape, pero creo que con estos es suficiente para plantear una reforma eléctrica integral para conseguir un nuevo sistema, copiando a nuestros países vecinos como Francia, Alemania o Dinamarca para conseguir un sistema estable, transparente y fiable, donde realmente se pague por la luz lo que debe de pagarse.
