Hacer algún tiempo, en este blog, como en otros, hablamos sobre las oportunidades que ofrecía la inversión en ahorro energético y rehabilitación para generar actividad económica, empleo e ingresos para el estado.
Hoy, actualizando mi información en la prensa me he encontrado con esta información de EnergyNews en la que relata un campaña llamada Renovate Europe que cuenta con plan de empleo e inversión en rehabilitación y ahorro energético cuyos objetivos principales son la reducción de la demanda energética hasta un 80% en 2050 y de la dependencia energética exterior de la Unión Europea.
Para ello reclaman una serie de incentivos públicos y planes de rehabilitación, justificando el beneficio global de los mismo tanto para los ciudadanos como para el estado, de los cual los economistas más liberales no estarán de acuerdo pero que han servido, por ejemplo, para que en EEUU estén con niveles de paro inferiores a los de antes de la crisis.
Una medida para disminuir tanto la demanda como la dependencia energética es el autoconsumo con balance neto. En nuestro país vecino, Portugal, han aprobado recientemente este modelo democrático de generación de electricidad de forma distribuida, yendo por la senda de la mayoría de países europeos, lo cual nos marca el camino a seguir inexorablemente en España pese a quien pese.
La reducción de costes de la energía solar fotovoltaica y de los sistemas de almacenamiento de energía, de los cuales hablaremos en próximas entradas, hacen de la energía solar fotovoltaica como un elemento clave y de fácil implantación para la estabilidad del sector eléctrico en Europa, como muestra el proyecto del Centro alemán para la Tecnología de Alta Tensión y Plantas Eléctricas de la Universidad Tëcnica de Braunschweig junto con compañías como SMA y GEWI, mediante el cual se probarán los sistemas de gestión de este tipo de energía, así como sistemas de almacenamiento.
Hoy falta un día menos para que el carbón y el petróleo primero y el resto de energías fósiles después pasen a ser historia.