Te gustan las renovables y quieres realizar una instalación de autoconsumo con energía solar fotovoltaica para tu empresa o vivienda. Sí, vas a darle una pequeña patadita las eléctricas. ¡Para el carro amigo!
Para hablar de implantar renovables y reducir tu consumo eléctrico, lo correcto es, primero, hablar de eficiencia energética. Y es que la electricidad verde no puede entenderse si no es dentro de un contexto mayor de sostenibilidad y eficiencia. Además te resultará mucho más barata la instalación si tienes implantadas las medidas de eficiencia energética adecuadas.
Hay buenas nuevas en cuanto a la fotovoltaica en España, también en el resto del mundo, pero no podemos olvidarnos de reducir nuestro consumo para conseguir implantar la instalación solar ideal. Para sacarle todo el partido posible a una instalación fotovoltaica sin ir más lejos, es imprescindible en primer lugar racionalizar el consumo, optimizar la potencia contratada, contar con una buena calificación energética… etc.
El ahorro energético en el caso de las empresas
Como premisa, es más fácil que tu empresa sea rentable en términos puramente económicos cuando es eficiente en términos energéticos. De hecho es un indicador, si tienes un consumo ajustado y controlado es casi seguro que tendrás al día y bien llevado toda tu empresa.
Las pymes españolas pueden ahorrar más de 2.000 euros anuales incorporando ciertas medidas de eficiencia energética, siendo el industrial el sector más proclive a obtener ahorros derivados de un menor consumo de electricidad. En este sector, la cifra media ascendería a 2.400 euros anuales. Y si optimizas tu potencia contratada, que muchas empresas como la tuya no tienen este término fijo de la factura adecuado, el ahorro se puede multiplicar.
Los principales focos de actuación son los arranques de máquinas, como ventiladores, aires acondicionados o ventiladores y la iluminación. La sustitución de viejas fuentes de alimentación por tecnología LED es una actuación muy recomendada, ya que no requiere un fuerte desembolso y se amortiza por lo general en un corto periodo de tiempo.
Otro aspecto relevante que debes considerar es el de los consumos “fantasma”, ya que más de la mitad de empresas no monitoriza ni controla este tipo de energía consumida de forma ineficaz (aparatos encendidos sin actividad como ordenadores o cargadores de móviles, stand-by,etc). ¿Tú tienes acceso al consumo horario de tu empresa?
Con estas medidas, y antes de realizar una instalación fotovoltaica, las empresas españolas pueden reducir su consumo energético alrededor de un 20%. De este modo si das posteriormente el paso hacia las renovables para obtener un ahorro aún mayor, te evitas el sobredimensionamiento de la instalación y reduces el periodo de amortización.
¿Y tu casa es energéticamente eficiente?
Si en la automoción tienes cada vez más en cuenta el consumo de combustible a la hora de adquirir un vehículo, en la compra de casas posiblemente no lo tengas tanto en cuenta y aún nos queden grandes pasos por dar en ese sentido.
Por ejemplo, a la hora de adquirir una vivienda, pocos compradores tienen en cuenta la etiqueta energética de la casa. La certificación energética, recordemos, califica al inmueble en una escala que va de la A a la G, en función del consumo de energía que se estima necesario para satisfacer su demanda energética (midiendo también las emisiones de dióxido de carbono). Cuantas más emisiones más consumo, y también más gasto energético para ti. ¿Sabes que letra tiene tu casa?
Si bien el certificado es obligatorio para alquilar o vender los inmuebles habiendo sanciones de hasta 6.000 euros en caso de incumplimiento, muchos inmuebles han obtenido una calificación muy baja. La comunidad autónoma a la zaga es Canarias, donde el 74% de los inmuebles reciben la calificación G
Es muy preocupante en ese sentido es que los constructores o promotores de vivienda, sean empresas o particulares, aún no priorizan este parámetro y no apuestan a priori por la eficiencia, algo que repercute en un mayor desembolso en energía para el futuro habitante de la casa, sin embargo, los requisitos mínimos exigidos hoy en día consiguen que todas las nuevas viviendas construidas tienen que tener una calificación energética A o B para poder cumplir con el CTE y obligan a que las nuevas casas sean eficientes.
En el caso de los hogares, las principales fuentes que provocan pérdidas de energía se deben al inadecuado aislamiento de cubiertas y fachadas y en las ventanas viejas que cierran mal. Pero también es muy importante que tengas en cuenta que tipo de iluminación tienes y como la usas y los consumos “fantasma” (ya hemos hablado antes que son el puntito rojo del ordenador, del televisor…). Programar adecuadamente tu aparato de aire acondicionado y de calefacción nos ayudará mucho a reducir la factura.
En ese último aspecto, los avances de conectividad y telecomunicaciones te puede aportar grandes soluciones. Sin embargo controlar remotamente por ejemplo desde nuestro Smartphone la climatización es algo que solo realiza poco más del 10% de los españoles, ¿eres tú de ellos?.
Aunque nos falta camino por recorrer para aprovechar esta corriente del “Internet de las Cosas” en nuestras casas y para dar más prioridad a la eficiencia energética del inmueble, sí tenemos curiosamente muy en cuenta la eficiencia a la hora de adquirir electrodomésticos.
Si ya has racionalizado tu consumo energético y te estás planteando dar el paso a la fotovoltaica o tienes preguntas sobre en qué medida podría reducir tu factura, ponte en contacto con nosotros.