Sin embargo no mentían diciendo que apostaban por las renovables y criticaban frecuentemente a la energía solar y el régimen especial en general, curioso cuando la normativa base la aprobaron ellos en 2004. Apostaban por la nuclear y seguían las indicaciones cortoplacistas de FAES.
El cuento del lobo
Los partidos políticos que hasta ahora nos han gobernado, PP y PSOE, se han acostumbrado a decir y pedir unas cosas cuando están en la oposición y otras muy diferentes cuando tienen la responsabilidad de gobernar.
Como no podría ser de otra manera, en materia energética pasa lo mismo.
El gobierno actual se quejaba, y con razón, de la falta de seguridad jurídica de nuestro sistema de régimen especial tras losRD 1565/2010 y RDL 14/2010 y la agonía de incertidumbre que provocaba en el sector mandado globos sonda cada dos por tres.
Al gobierno anterior se le llenaba la boca de amor hacia las renovables, y pese a que ya había una normativa muy beneficiosa para ello con el RD 661/2007 que sustituyo al RD 436/2004, quitando las limitaciones para hacer macro instalaciones de energía solar fotovoltaica, por ejemplo, lo que provocó una barra libre en el sector, creciendo las instalaciones que buscaban el lucro a tarifas desproporcionadas, sin poner límites ni dar seguridad jurídica de lo que vendría después.
Llego el colapso y, con una tardanza de un año, cambiaron el sistema retributivo en el RD 1578/2008, por uno de cupos con tarifa decrecientes por convocatoria mucho más acorde a la realidad del sector y a la evolución de los precios del mercado, pero llego la crisis, y el consumo eléctrico bajó, y el déficit de tarifa empezó a subir, y todos se pusieron muy nerviosos, y empezaron a mandar globos sonda de recortes de primas, de posible retroacitvidad y dejaba al sector al borde un ataque de estrés y se les ocurrió limitar primero el número de horas de funcionamiento y el número de años que perciben las centrales tarifa especial a todas las instalaciones existentes y venideras, sobre todo las anteriores a octubre de 2008 que se habían beneficiado de su barra libre.
Ahora, desde la oposición, en el PSOE vuelven a ser súper fans de las renovables y dicen que actuaron mal, que nunca debían haber publicado los decretos de 2010.
Vaga va, a otros con esos cuentos, que luego os contratan como asesores las grandes empresas energéticas.