Energía para todos

La energía es una medio, por lo que lo importante no es ella en sí misma sino lo que pueden producir.
Necesitamos la energía para producir calor, electricidad o movimiento, tres factores que están interrelacionados.
Es decir, que lo importante es que podamos tener calor, para generar electricidad, para calefacción o para determinados procesos industriales, que podamos tener electricidad, para poder usar los aparatos eléctricos,  o para conseguir calor mediante bombas de calor o resistencias eléctricas o movimiento en vehículos eléctricos y es importante que se pueda generar movimiento par apoder trasladarnos de un sitio a otro, ya sea a partir de un motor de combustión o de un motor eléctrico.
Por ello lo más importante no es la generación de energía, sino la reducción de su consumo y la posibilidad de abastecer la mayor parte de éste con fuentes de energía que no dañen al planeta ni produzcan ciudadanos de primera y segunda clase.
Porque la extracción de materia prima como fuente de energía debe de dejar de ser ya un negocio mil veces lucrativo porque el uso de la energía es un bien de primera necesidad.
Debemos de dejar de enviar productos ineficientes a zonas del mundo menos privilegiadas que la vieja Europa para dejar de hacerlos nuestros esclavos, que explotamos sus recurso.
Con las energías renovables junto con el ahorro energético, se puede conseguir un poco de más dignidad en la vida de las personas, que no dependerían de un mineral ni necesitarían mucha energía para poder sobrevivir.
Cada vez que hablamos de estas energía debemos de pensar en algo más que en el negocio, también en lo que pueden aportar a las personas y al mundo en que vivimos.

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