Hoy en día existen dispositivos de gestión y control centralizado del consumo energético de un edificio.
Estos dispositivos, mediante autómatas y otros actuadores, monitorizan el consumo eléctrico o térmico de las instalaciones en un ordenador central, pudiendo actuar sobre ellos.
La mayoría de marcas de automatismos o sistemas de gestión disponen de estos sistemas, que son estándar, por lo que pueden ser aplicados en cualquier instalación.
Por ejemplo, un equipo de gestión instalado en un centro deportivo podría:
- Apagar las luces automáticamente a la hora del cierre del edificio.
- Desconectar los televisores, bicicletas, cintas de correr, máquinas de aire acondicionado, etc a la hora de cierre del edificio, proporcionando un ahorro de la energía residual que consume todo este tipo de maquinaria electrónica.
- Gestionar las temperaturas de aire acondicionado en cada momento, aplicando hábitos de consumo preciso, con sensores de temperatura exterior, y termostatos internos.
- Controlar la temperatura de agua caliente del sistema de ACS, habiendo incluso hábitos de consumo, permitiendo la bajada de temperatura de los depósitos cuando esté cerrado el edificio, ahorrando energía de calentamiento por la noche.
- Detectar consumo de energía reactiva en determinados sectores, luminarias o motores, pudiendo identificar inmediatamente la causa y prevenirla.
- Etc.
Estos sistemas también son aplicables a instalaciones de alumbrado público, donde se conocería rápidamente las luminarias que dan problemas, además del adecuado encendido y apagado del sistema y un control de consumo y también en industrias, donde permitiría además adecuar el arranque de las maquinarias para conseguir unos ahorros energéticos.
En conclusión, que resulta interesante aplicar gestores de información en nuestras instalaciones, ya que eso provocaría un ahorro considerable de consumo en todo tipo de instalaciones.