Desde que en 2006 salió publicada la primera versión del Código Técnico de la edificación se le dio mayor importancia de la ventilación para asegurar la higiene y la salubridad de las estancias habitables.
La normativa insta a asegurar una renovación del aire mediante ventilación mecánica en todas las viviendas nuevas, aunque esto también choca con el mantenimiento de las condiciones oprimas de temperatura en algunos casos.
La renovación del aire cuando se climatiza un recinto
Cómo he adelantado y posteriormente volveré a resaltar, el CTE obliga a que todo recinto tenga siempre una ventilación para garantizar su salubridad. Pero hay muchos edificios que están construidos antes que esta normativa entrara en vigor y tienen calefacción o aire acondicionado para estar a gusto.
Evidentemente dejar puertas o ventanas abiertas no es eficiente por alguno de los siguientes motivos:
- Hace que consumas más energía para calentar o enfriar las habitaciones al perder calor por los huecos
- Obliga a alargar la temporada de calefacción o que tengas que estar incómodo trabajando
- Entrará mucho más ruido en tus espacios y no podrás disfrutarlos con tranquilidad
Desde que nos pegó el golpe la COVID se ha puesto en la conciencia de muchas personas, no solo de los técnicos, que los recintos bien ventilados son mejor para nuestra salud. Es por ello que la instalación de un purificador de aire se ha visto obligada en muchas empresas y viviendas en los que con todo cerrado no hay suficiente renovación del aire para garantizar la salubridad de las habitaciones y reducir los riesgos de contagios.
La ventilación y el código técnico de la edificación
Cuando metes aire de fuera, igual que si tienes ventanas abiertas, tienes una pérdida de rendimiento de las instalaciones. En otras palabras, necesitarás gastar más energía para tener confort técnico.
El CTE original obligaba a tener unos aislamientos muy buenos, es decir, a construir edificios lo más estancos posibles por un lado y por otro requería una renovación de aire muy elevada.
Posteriormente cambió los requisitos de ventilación de las estancias, reduciendo los caudales necesarios, pero aún así es un aspecto importante a la hora de simular los edificios en los programas de cálculo de la eficiencia energética.
Tras la reforma de la normativa en 2019 toca especificar más el tipo de ventilación que se empleará en las nuevas construcciones, pues tratamos de buscar edificios con consumo de energía casi nulo.
Como ventilar los edificios nuevos según la normativa
Principalmente podemos reducir los tipos de ventilación a dos, con recuperación de calor o sin recuperación de calor.
Los sistemas de ventilación sin recuperación de calor consiste en tener extracción mecánica de los cuartos húmedos como baños o cocina. La entrada del aire se hace mediante aireadores o rejillas colocadas en las carpinterías de los cuartos secos como dormitorios o salones. Esto provoca que de manera natural haya un flujo de aire y quede ventilada toda la casa.
Los sistema de ventilación con recuperación de calor son, habitualmente, de doble flujo y disponen un doble ventilador mecánico que recogen el aire de las zonas húmedas para sacarlos al exterior y toma aire de la calle para tirarlo en los cuartos secos. En el recuperador de calor estos flujos de aire se cruzan e intercambian el calor evitando que se pierda la temperatura existente en el interior y aumentando la eficiencia energética de la construcción, principalmente en invierno.
En resumen, ventilar las viviendas, oficinas o espacios de trabajo es muy importante para tu salud y para reducir el riesgo de contagios de muchas enfermedades así que te pregunto, ¿ cómo ventilas tú tu vivienda o local?