Hay cosas muy simples que pueden servir para dar un cierto nivel de actividad económica, por pequeño que sea, y además favorecer la sostenibilidad del planeta.
Por ejemplo, en Alemania es habitual ir a la tienda a comprar tus bebidas y llevar de casa el casco, es decir, el envase, por lo que te cobran solo el líquido.
Luego ese envase lo limpian y lo esterilizan y lo vuelven a utilizar hasta que se rompa o se pierda.
Por supuesto, también tienen envases no retornables, que salen más caros que los anteriores.
En España, la Ley de Residuos permitía hasta el pasado viernes la posibilidad de aplicar algo parecido, pero ahora ya no, ahora se apuesta o bien por el reciclaje o bien por el incremento de residuos en nuestra vida diaria.
Aún recordamos muchos como íbamos a la tienda del barrio con nuestro casco de Coca-Cola o Casera y lo dejábamos allí …
El reciclaje es bueno, pero el reciclaje de envases, tetra bricks o plásticos, presentan muchos problemas, tanto en su gestión como en su proceso industrial.
Actualmente todo va al mismo contenedor amarillo, pero luego debe separarse correctamente ya que son diferentes los procesos a utilizar.
El resultado es un proceso muy caro que termina funcionando mal y generando mucho más residuo del que debería y consumiendo muchísima energía.
La apuesta por la reutilización se basa a que sería mucho más fácil la gestión de esos envases y el proceso industrial también, gastando menos energía y costando menos a la administración.
También generaría puestos de trabajo, porque las plantas de reciclaje y fabricación de envases seguirían utilizándose, incorporando además la del lavado.
No dejemos que nos cierren la puerta a pequeños gestos sostenibles como este, ya que parece claro que es para beneficiar a unos pocos.