Socialicemos beneficios

Hace unos días quise escribir un artículo, pero como en todo el fin de semana, desde el viernes, prácticamente no he estado delante del ordenador no había podido y parte de las ideas se me han ido.
El asunto era sobre el hecho de privatizar beneficios y socializar pérdidas que se da en esta sociedad.
Pasa en todos los ámbitos del sistema, desde la política, a la empresa, como en la energía. Para aclarar voy a apuntar esto desde el punto de vista empresarial que es el más escarificador para continuar con el político y acabar con el energético.
En una empresa el principal problema que tenemos es que no tenemos una constancia adecuada de lo que significa.
Pensamos que es un ente que genera dinero para que gane un patrón, lo cual es el primer error.
Una empresa es una organización compuesta de la dirección que pone el capital inicial para su arranque y que dirige su camino, unos empleados que hace que el producto o servicio ofrecido pueda realizarse y unos clientes que consumen el producto o servicio ofrecido. Si alguno de los tres pies falla la empresa naufraga como la nave de Ulises en la Iliada.
Por tanto, en una empresa es tan importante el trabajo de la dirección y de los empleados como la satisfacción del cliente. El cliente se satisface con la recepción de un buen producto que colme sus necesidades, por lo que lo interesante es analizar como se consigue eso.
La mejor manera de conseguirlo es que todos los miembros de una empresa la sientan como suya, desde el fundador hasta el último en entrar en ella. 
Conseguir esa mentalidad es lo más difícil, porque estamos en un entorno en que se tiene al jefe como el enemigo del obrero y se da el caso de lo indicado al principio se privatiza beneficios y se socializa pérdidas, ¿cómo? muy fácil, cuando las cosas van bien, los "jefes" van ganando más y más dinero, manteniendo las condiciones laborales de los trabajadores, que no reciben parte del beneficio y cuando las cosas van mal, o bien despiden a trabajadores para mantener los mismo sueldos de los jefes o bien empeoran sus condiciones laborales.
Lo que necesitamos para que funcionen bien una empresa es otra mentalidad, donde en épocas de bonanza se inviertan los beneficios en mejorar las condiciones de la plantilla y en ofrecer un mejor producto, socializando los beneficios. Así, cuando las cosas van regular, los empleados, como se sienten miembros de la empresa, propondrán y aceptarán empeorar sus condiciones, como las de sus jefes, para salir adelante sin despidos.
En la administración nos ha pasado lo mismo, los políticos con poder han considerado que el dinero público era suyo y han organizado eventos y construido infraestructuras que de alguna manera les beneficiara, pese a que no sea lo mejor para el conjunto del estado, comunidad o pueblo y no posibilitara a los ciudadanos tener obtener un beneficio de aquello. 
Eso ha llevado a unos gastos públicos desmedidos en asuntos turbios o intrascendentes para el bienestar ciudadano y ahora que no tienen liquidez lo primero que proponen es reducir gasto social y subir impuestos, es decir, socializar pérdidas, porque recortar de todos los desmanes realizados es difícil de justificar ante la opinión pública y les reportaría pérdidas a ellos, que están guiados por los lobbies de poder, entre ellos el energético.
Pero para acabar con esto, los ciudadanos tenemos que darnos cuentas que somos parte del sistema, que es nuestro y que nos corresponde guiarlo, no confiar en unas personas que nos dirijan según sus intereses a los cuales votamos cada cuatro años. Hay que actuar e interesarse por lo que se está haciendo y exigir que nos expliquen todo lo que hacen en un lenguaje llano, para que podamos entenderlo y protestar si no nos gusta.
Y acabo este artículo de pensamiento con la energía.
En este campo las compañías eléctricas han tenido, y siguen teniendo, el poder absoluto en cuanto a la generación, venta y gestión de la energía, obteniendo favores y apoyos por parte de los gobiernos que han ido pasando por este país.
Han conseguido que se les subvenciones las centrales nucleares, de gas natural, el carbón, etc y mantienen una posición extremadamente dominante del sistema, obteniendo anualmente beneficios espectaculares.
Pese a ello, tienen una posición de dominio tal que, ante el miedo que se puedan poner instalaciones, principalmente de energías renovables que descentralice el sistema y no sean ellos los principales generadores, insisten en cargar un presunto aumento de costes a los consumidores, que no clientes, dando un ejemplo más de socialización de pérdidas.
Ante ello, muchas personas estamos pidiendo una descentralización de la generación eléctrica para poder democratizar y socializar los beneficios de la generación eléctrica y energética en general, ya que cada comunidad de propietario podría ser productor eléctrico o energético si necesidad de las grandes compañías, mediante energía solar, eólica, biomasa, etc.
Por tanto, desde mi humilde tribuna, os invito a participar en los asuntos de vuestras empresas, comunidades, pueblos, etc y exijáis una socialización de beneficios como condición indispensable para tener una socialización de pérdidas cuando las cosas vayan mal, que no nos sigan tomando el pelo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio
Abrir chat
¿Quieres más información?
Escanea el código
Hola, soy Isaac, estoy aquí para resolver tus dudas rápidamente y que no gastes mucho tiempo buscando por la web y soy una persona.