¿Qué son?

Las comunidades energéticas, están comprendidas por cualquier grupo de personas, ya sean personas físicas, jurídicas, organizaciones, pymes o autoridades, interesadas en adoptar nuevas y mejoradas medidas en el consumo propio de energía.

La figura de la comunidad energética pretende agrupar los intereses comunes en materia de energía con el fin de compartir los beneficios energéticos, económicos, medioambientales y sociales a través de una estrategia conjunta que puede ser la producción de energía eléctrica, energía térmica y/o la renovación o rehabilitación energética de infraestructuras.

Una de las alternativas principales por las que optan este tipo de agrupaciones es por la de compartir la instalación, puesta en marcha y producción de cualquier sistema renovable de generación de energía, como pueden ser la colocación de módulos fotovoltaicos en alguna zona común, la rehabilitación energética de un edificio, la instalación de cargadores de coches eléctricos o el aprovechamiento colectivo de canales de distribución de biomasa, entre otros.

comunidades energéticas

¿Cuáles son sus objetivos?

La finalidad principal de toda comunidad energética es la inversión en la creación de un sistema de generación de energía para que esta pueda ser consumida entre los propios miembros de la comunidad o incluso, a terceros.

Otros objetivos a parte del consumo de energía autoproducida, y que derivan de esta autoproducción energética es el almacenamiento compartido de la misma.

Las baterías de almacenamiento de energía, en la actualidad requieren desembolsos económicos elevados que encarecen en gran parte el coste del conjunto de la instalación energética. Es por ello que, la idea de compartir los elementos de almacenamiento pueden ser una buena herramienta a la hora de tomar la decisión de la comunidad.

Paralelamente al empleo de baterías, la energía generada y no producida, se podrá compartir o vender a la red, dado que se cuenta con la legislación a favor.

Volviendo a lo citado en el apartado anterior, otra forma de trabajo de la comunidad energética, a parte de la producción, es el ahorro de energía, por ello, las operaciones destinadas a rehabilitar o mejorar térmicamente parte de un edificio, o todo en su conjunto, también son positivas alternativas a las que una comunidad energética puede optar.

ahorro enrgético

 

¿Es una buena idea?

Es posible que esta sea una de las dudas que se plantea cualquier futuro miembro de una comunidad energética.

La idea de la autoproducción y autoconsumo energético en cualquier modalidad, siempre es buena, además esto acentúa más la participación de la ciudadanía en el cambio del modelo energético tradicional, la cual es fundamental para que las acciones y gestos contra el cambio climático sean más tangibles y más reales.

¿Puedo formar parte de una?

No estás solo en este trayecto.

Para formar parte de una comunidad energética es muy importante la concienciación tanto personal como la de los que te rodean.

Es necesario conocer los objetivos diarios de cambios en el consumo de energía y sobre todo, hacerlos ver en tu entorno.

La concienciación por el respeto del medioambiente, del ahorro de recursos, de la reducción de la contaminación y el entendimiento de estos conceptos son la idea clave de los intereses de una futura comunidad energética.

Es muy importante tener claras estas prioridades, y en el caso que sea necesario, saberlas transmitir, porque de ello y de la concienciación de tu entorno cercano dependerá que puedas formar una comunidad energética.

Si quieres dar el primer paso, o tienes un grupo de amigos o vecinos que están interesado en formar una comunidad energética, pero tienen dudas de cómo empezar, puedes ponerte en contacto con una empresa de  Energía Solar Fotovoltaica y empezar por una instalación fotovoltaica para tu vivienda.