Voy a aprovechar el hecho de la nacionalización de Repsol para poner en unas líneas la actitud de los gobiernos ante el petróleo y mi punto de vista.
Durante todo el siglo XX, el petróleo ha sido la principal fuente de energía de este planeta.
Significaba para cada sitio donde se encontraba una fuente de ingresos y prosperidad, se reflejara o no en los ciudadanos que habitaban cerca.
Algunos países aprovecharon sus reservas mediante empresas estatales para hacer un sistema social fuerte y mejorar el nivel de vida de sus ciudadanos, como Noruega, Libia o los países árabes, aunque en estos últimos había y hay ciudadanos de segunda clase que viven prácticamente esclavizados.
Otros países, dejaron la extracción del petróleo a manos de empresas privadas, como Estados Unidos, permitiendo el enriquecimiento de algunos empresarios y la independencia energética, en gran medida, del país.
Y otros dejaron que empresas extranjeras explotaran sus recursos a cambio de sobornos y unos pocos impuestos, dejando al país con el culo al aire y a sus ciudadanos igual de dependientes del exterior que antes de encontrar petróleo. En este cajón desastre podemos meter a los países africanos y a partir de los años 90 a los países sudamericanos.
Pero desde hace unos años el mundo va cambiando, extraer este oscuro y líquido elemento cuesta más lo que provoca un aumento de su precio, el consumo cada vez es mayor, la conciencia del desastre medioambiental que provoca crece y la información llega a un mayor número de gente, lo que provoca el malestar en contra de las grandes petroleras.Muchos gobiernos y foros siguen pensando solo a corto plazo, principal problema de la sociedad en la que vivimos, y buscan todavía disponer de petróleo cueste lo que cueste, como se puede apreciar en la intención delministro Soria de buscar petróleo en Canarias , en la intervención de YPF como antes intervinieron Bolivia y Venezuela en las petroleras de sus países o en las palabras de Barack Obama sobre la independencia energética del país que preside, en la que destaca el consumo del petróleo nacional.
Siguen hablando de que es imprescindible, despreciando a las energías alternativas y otras posibilidades de generación energética, lo que provoca que no se desarrollen como podrían y, sobre todo, que la gente piense que son un fraude o una ruina.
En mi opinión se debería de dejar ya de buscar petróleo y poner todo el esfuerzo en buscar alternativas y, sobre todos, en consumir menos, en programas de ahorro y conciencia de esto, abriendo un mercado tecnológico lleno de puestos de trabajo y posibilidades para una mejor fraternidad entre países y una mayor democratización en la generación de energía.
