Cuando se habla de energía solar normalmente se piensa únicamente en en la energía solar fotovoltaica para producir electricidad y en la energía solar térmica pasiva para la producción de agua caliente.
Si sigue la conversación. es habitual que haya comentarios como que la energía solar fotovoltaica no es rentable, que no puede abastecer de electricidad los días nublados o por la noche, que las baterías son muy caras, vamos que no es muy eficiente económicamente. Normalmente quien dice esto ni conoce los costes reales, ni las ventajas de la generación distribuida, ni el fomento de esta que se está realizando mediante las medidas legislativas de los diferentes gobiernos, al instar a realizar las instalaciones únicamente en cubiertas. Piensan sólo en grandes huertos solares.
Y en parte tiene razón, una planta fotovoltaica enorme, en medio de un campo, realmente no es sostenible, ya que pierde la principal ventaja de la misma, que es la generación en el punto del consumo evitando pérdidas en las redes. Para vencer este problema se puede plantear la energía solar termoeléctrica.
Estas plantas, habitualmente son mucho más grandes que las fotovoltaicas, no inferiores a 50 MW, y básicamente se trata de centrales térmicas convencionales donde la fuente de calor es el sol, el cual se capta mediante determinados espejos que calientan un fluido a la temperatura necesaria para producir vapor y accionar las turbinas.
Estas centrales se pueden y deben realizar a gran escala y ya se ha conseguido poder almacenar el calor para producir electricidad por la noche y deben hacerse en lugares con grandes extensiones de terreno y suficiente sol, como los desiertos africanos, americanos, australianos … o zonas como el sur de Europa como España.
Si os interesa podéis consultar este artículo de solarweb donde se explican las diferentes tecnologías y la evolución de las mismas.
