A principio de año entró en vigor una tarifa de la luz que penalizaba a los clientes domésticos que más consumían como método para conseguir un ahorro más racional de la energía.
Comenté sobre esto en el post del 14 de diciembre.
Pues bien, parece que eso no ha gustado a mucha gente y que se van a echar para atrás. Ya esto no vale, hay que buscar alternativas, como leemos en este artículo de Expansión.
Nadie dijo nunca que ser ministro de energía fuera fácil, sobre todo si va ligado con industria y turismo, pero se debe exigir que sean claros y que confíen en personas responsables con conocimientos de sus materias.
En menos de un año ha cambiado al secretario de estado de energía nombrando el pasado 28 de diciembre a Alberto Nadal, un funcionario que ha pasado su carrera laboral en el ministerio de economía y hacienda y en cargos políticos, tanto en gobiernos como en la CEOE.
Espero que sea una persona coherente, razonable y dialogante, que consiga poner las vías para sacar el sector energético del atolladero donde se encuentra, pero lo veo difícil.
Lo veo difícil porque su puesto es más técnico que político y no tiene ninguna formación o experiencia en el campo energético, porque la energía no es solo economía tributaria, como parecen querer decirnos con su supuesta reforma eléctrica, la energía es mucho más, es servicios, infraestructuras y dependencia económica del exterior si se hace mal.
En estos momentos estamos ante el peor ministerio de Energía en muchos años, y mira que es difícil, con un ministro incapaz de sacar adelante una reforma de verdad del sector eléctrico, de apoyar medidas que ayudarían a crear empleo en pymes, a ahorrar energía a empresas y familias y a disminuir nuestra dependencia energética como es el balance neto o el la obligatoriedad del certificado energético para la venta o alquiler de viviendas.
Un ministro, como todos los anteriores, con mucho miedo al lobby eléctrico encabezado por UNESA.
Necesitamos un cambio, y para ello este ministro no nos vale. Desde aquí pido la dimisión o el cese del ministro don José Manuel Soria por no resolver y ni siquiera intentarlo la estafa del sector energético.