En la noticia que podéis ven en el portal energias-renovables.com se puede leer que en Italia se pagará un 10 % más de prima a las intalaciones de energía solar fotovoltaica en la cuales más del 60 % de los componentes sean de fabricación europea.
Esto quiere decir que habrá un proteccionismo de los fabricantes europeos, para conseguir que haya mayor puestos de trabajo en Europa en el sector. 
A día de hoy la mayoría de fabricantes europeos de paneles ofrecen unos precios en torno al 20 % por encima de los asiáticos. Pero siempre se podrá hacer la trampa de terminar de ensamblar los módulos en Europa para poder vender como Made in EU a precio de producto asiático. Habría que generar un sistema de inspección desde el inicio del ensamblado (no de las celulas) para asegurarnos completamente que son materiales europeos y también, como no ajustar los precios, ya sea mejorando calidades y rendimientos o bajando los costes.
Un debate interesante sería si económicamente es interesante este proteccionismo, si puede generar empleos o destruir, ya que si hay menos rentabilidad se pueden hacer menos instalaciones.