En París, desde hoy, 30 de noviembre de 2015 hasta el 11 de diciembre se estará hablando en la Cumbre Internacional del Clima sobre los pasos a dar y los compromisos que los diferentes países se van a autoimponer para reducir la contaminación de nuestro planeta y asegurar la vida para las próximas generaciones de seres vivos.
Estamos demasiado acostumbrados que muchos países solo piensen en el corto plazo y no acepten ponerse restricciones, como pasa con la firma del Protocolo de Kyoto, el cual no han rubricado países que contaminan más que la todo el resto de países juntos como EE,UU., China o Rusia.
Ya es hora de acabar con esto, pues no solo se trata de una defensa del medio ambiente, se trata también de un modelo social y político de respeto entre todos y bien común.
En esta cumbre se hablará mucho de vertidos, residuos y, sobre todo, de energía, pues el uso y la extracción de fuentes de energía es uno de los principales componentes de la creciente contaminación en todo el mundo industrializado, como ejemplo puede verse el nivel de contaminación habitual de las principales ciudades chinas.
Las energías fósiles y la nuclear deben de tener ya un calendario para eliminarlas de la producción de electricidad por lo menos, pero también del transporte y del calentamiento, aunque esto aún es difícil de planear.
En algunos países será más sencillo que en otros, por ejemplo, la Universidad de Stanford dice que España debe ser completamente renovable en su generación eléctrica antes de 2050, yo pienso que incluso antes de 2030 somos capaces de conseguirlo con voluntad política y sin subida de costes energéticos.
Es necesario tener un plan para un cierre en los próximos 10 años de centrales de carbón, cualquier combustible proveniente del petróleo (que ha pocas) y nucleares, que no contaminan la atmósfera pero sí afectan mucho a los seres vivos debido a la radioactividad y a la gestión de sus residuos y son un peligro ante catástrofes naturales, como pasó en Japón hace bien poco.
El siguiente paso es cerrar las centrales de gas, ciclos combinados, cogeneración, etc. substituyendo antes el combustible por biogás proveniente del tratamiento de residuos como medida transitoria hasta que todo la electricidad se produzca con seguridad a partir del sol, del viento, del agua, de las mareas o del calor del subsuelo.
Acabar con los combustible fósiles es vital para reducir nuestra dependencia energética y evitar guerras que causan el sufrimiento de millones de personas y devastación en territorios inmensos. Por favor, exijamos a los hombres y mujeres que gobiernan y lideran este planeta llamado Tierra, que ejerzan su mandato con responsabilidad y acuerden lo que realmente nos conviene a todos a largo plazo, que es como se deben de tomar este tipo de decisiones tan importantes.