Todavía no tenemos reforma del sector eléctrico para acabar de una vez con la estafa del déficit de tarifa y, sin embargo, cada semana tenemos varias noticias, píldoras, globos sondas, con sus reacciones de las partes implicadas.
Parece ser que se va a meter a más clientes el mercado libre de comercialización, es decir, que más clientes van a poder negociar su tarifa eléctrica con diferentes compañías, saliendo de la tarifa de último recurso las potencias contratadas mayores de 5 kW.
Es influye a casi todo el pequeño comercio y a las viviendas más grandes.
Además de esto, parece que van a aplicar nuevos peajes a la generación eléctrica de las centrales convencionales, supongo que también de las renovables.
Ante esto, las eléctricas ya sacan su artillería y dicen que harían esta actividad sin beneficios y que eso es inaceptable.
Se olvidan estas compañías que esto es solo parte de su negocio, pudiéndose compensarse con bajadas de costes y con los beneficios de la distribución y la comercialización. Aunque seguro que lo compensan con aumento del precio del kWh.
Aún no sabemos nada del balance neto, pero es muy importante para los ciudadanos, pues podrán ahorrar mucho dinero generando su propia energía, compensando de alguna manera lo que produzca de más. 
También es muy importante para el empleo, porque el sector de las renovables está paralizado en espera de esta reglamentación.
Necesitamos un gobierno que actúe, con valentía como dice el secretario de estado Matí Scharfausen, y dejar clara la situación, porque en temas de energía lo que mata es la incertidumbre.